Si recordamos el camino que hemos tenido hasta día de hoy, ¿cuántas caídas y golpes hemos recibido? ¿cómo hemos reaccionado? ¿quiénes estaban a nuestro lado para apoyarnos?
En algunas ocasiones, EL FRACASO, nos mantiene estancados, paralizados, desorientados etc. Sin embargo, hay ejemplos de personas que se han puesto manos a la obra y han conseguido sus objetivos. Podemos pensar que han tenido suerte, que son inteligentes, ricos etc. pero lo realmente importante es que estas personas han decidido dar el paso y abandonar el miedo a fracasar.
Todos fracasamos de vez en cuando. Fracasar no es señal de debilidad, sino más bien de que la rueda gira hacia adelante. El éxito que tengamos depende de cómo afrontemos los fracasos. Con el esfuerzo e implicación que estemos empleando, nos tendríamos que sentir vencedores. Es decir, en caso de que tenga problemas o dificultades, no me daré por vencido. ¿Cómo puedo tener una actitud positiva? Siendo realistas y, sobre todo, valorando aquello que tenemos y no tanto los que nos falta.
Por último, decir que el apoyo en estas situaciones es fundamental. A veces, necesitamos que nos den otras perspectivas y enfoques para poder levantarnos y empezar otra vez a caminar. Y sobre todo, para recordarnos que la felicidad no es obtener la meta, sino disfrutar del recorrido con aquellas personas que quieres.
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