Hemos encontrado un artículo bastante interesante en europapress sobre el aprendizaje del cerebro a la hora de tratar las prótesis como sustitutos de una parte del cuerpo que no funciona.
Según un estudio, diversos investigadores, tales como Mariella Pazzagila y sus compañeros de la Universidad Sapienza, han demostrado que los participantes en sillas de ruedas con lesiones en la médula espinal, en el momento en que se incluye la silla de ruedas, perciben los bordes de su cuerpo como de plástico y flexibles. Este aspecto es independiente a la experiencia que la persona lleve en silla de ruedas así como el tiempo que haya transcurrido desde su lesión.
Por otro lado, los pacientes con lesiones en la médula espinal inferior que mantenían el movimiento del cuerpo superior mostraron cierta asociación de su cuerpo a la silla de ruedas mucho más fuerte que aquellos que tenían problemas de médula espinal en todo el cuerpo. Según Pazzagila, la prótesis emerge no sólo como una extensión del cuerpo, sino como un sustituto formando parte de su autofuncionalidad. A través de este estudio, se llegó a la conclusión de que el cerebro parece actualizar de forma continua señales corporales con el objetivo de incorporar al cuerpo la prótesis.

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