Ya que hoy se va a producir el cambio de horario primaveral, hemos considerado interesante exponer el siguiente artículo sobre este aspecto. Si recordamos años anteriores, ¿hemos padecido dificultades para adaptarnos a este cambio?, ¿cómo nos hemos sentido?
Según José Antonio López Rodríguez, vicepresidente de la Asociación Española de Psiquiatría Privada, comenta que este tipo de cambio "quebranta" de forma brusca la adaptación progresiva del cerebro al cambio de luz solar. Esto puede ocasionar alteraciones del sueño, cansancio físico más pronunciado que el habitual, tristeza o leves cuadros de ansiedad e irritabilidad. Estos efectos pueden duran tres o 4 días. Posteriormente se produce una readaptación. En cambio, aquellas personas que padecen insomnio o dificultades para conciliar el sueño, verán agravados sus problemas para dormir. Igual ocurre con personas que padecen un trastorno de ansiedad, ya que en estos días pueden sufrir un cierto grado más de angustia. Este profesional diferencia entre los cambios horarios. Aquellos pacientes que sufren depresión se verán más afectados por el cambio de horario otoñal. En cambio, los que padecen ansiedad están influidos por la modificación del horario primaveral. Por último, para tratar de minimizar los efectos provocados por el cambio horario, López Rodríguez recomienda mantener los mismos hábitos y acostarse a la misma hora, sin pensar "todavía hay luz".
Para más información, consultar el artículo en noticias.lainformacion
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