Tal vez, algunos de
nosotros estemos experiementando rápidamente el paso del tiempo. En
cambio, cuando éramos niños los veranos eran percibidos como
interminables. ¿Por qué el tiempo pasa más deprisa a medida que nos
hacemos mayores?
Diversos neurocientíficos
y psicólogos han expuesto diferentes teorías para explicar tal
fenómeno. Según éstos, nuestro cerebro no funciona como un ordenador,
sino que se trata de un órgano más complejo. Es decir, integra
información, tanto del exterior como del interior, interpretándola
dependiendo de las circunstancias.
David
Eagleman, neurocientífico que se dedica a estudiar los fenómenos de la
percepción el tiempo, argumenta que la aceleración de la vida a medida
que nos hacemos mayores es debido al gasto energético de nuestro cerebro
cuando procesamos información. Es decir, en el momento en que la ésta
es nueva, nuestro cerebro gasta más energía, ya que prestamos más
atención a la actividad. Este esfuerzo mental nos produce la sensación
de que el tiempo transcurrido es mayor.
Por
otro lado, cuando la experiencia es repetida, el gasto energético del
cerebro es mucho menor, ya que la circunstacia o tarea ya nos resulta
conocida. Por ejemplo, cuando nos desplazamos a un lugar que no
conocemos, nuestra atención está activada en mayor grado que cuando el
sitio es conocido.
¿Qué
podemos hacer para percibir nuestra vida más duradera? Según Douwe
Draaisma, el truco se encuentra en realizar actividades diferentes cada
día.
Para más información, consultar el artículo en rtve

No hay comentarios:
Publicar un comentario